Perdida en la nada.
Desde la otra orilla
te miro que te alejas
tu mano no ondea
sólo una tosca mirada
el corazón mantiene
dolido su colapso
su puñado de dudas
y acumulados desfalcos
la otra orilla comienza
a ser una larga llaga
insalvable a la caricia
ágil ante la distancia
es un batir de sombras
una nebulosa desune
desgrana tu figura
sé que estás ahí pero
todo te desvinculan
sé que estás ahí
pero te disgregas
terminas por adentrarte
en la anónima neblina
perdida en su laberinto
fugaz a paso firme
al fin terminas siendo
un punto entre la nada.